domingo, 22 de junio de 2008

No se suelten más

foto: El Bocón
¿Quién dijo que en el fútbol la labor del técnico era minúscula? Ayer Alianza demostró con creces lo contrario. Sólo un técnico del nivel de Richard Páez es capaz de exhumar de Matute el cadáver que era el equipo hasta antes del receso, para darle vida, identidad y corazón.

Juan Aurich 1 - ALIANZA LIMA 2


Era un partido para creer -una vez más- con razones concretas. Sin ser por asomo un once conmovedor en lo futbolístico, Alianza doblegó con tranquilidad a Bolívar de la Paz entre semana, con una predisposición de juego totalmente distinta post-'pretemporadita en Chincha por el receso de las goleadas a Perú'. Bueno, peor no se podía estar. Pero Páez ya marcaba una diferencia con sus antecesores, un chileno que quiso aspirar a ser más que un salvavidas y un ex caudillo que bajó sus bonos de popularidad por temerario advenedizo.

Qué alegría realmente por Peixoto. Zaguero zurdo -que jugó de lateral izquierdo en el Mundial sub-17 de 2005- con escasas oportunidades.
Un par de partidos en la efímera Copa Panamericana disputada en Estados Unidos bajo el mando de Diego Aguirre, y algunos otros amistosos al interior del país, engrosaban su reducido historial de partidos. Saludable desde lo táctico -nunca viene mal un zaguero zurdo-, desde lo colectivo -darle chance a un canterano que realmente cuaja en el planteo- y desde lo anímico -ganas de romperla no le faltan-. Buen prospecto que recuerda lo que fue Walter Vílchez en su paso por el Alejandro Villanueva con 3 Títulos Nacionales a cuestas.

Preocupante el tema de los laterales aún. Ni Carlos Fernández -del que me queda el mejor recuerdo inicial en aquel Olimpia 0 - Alianza Lima 1 por la Libertadores 2003 donde le tocó reemplazar a Jayo en la volante y no le pesó en nada-, ni Renzo Reaños -un Cafú en el Ancash y una broma pesada en Alianza- responden como debieran por los lados. 'Carlitos' muy volcado en ataque por instinto e inseguro atrás, y Reaños tan errático como siempre. Punto raquítico de Alianza, definitivamente.

Montaño ya juega con más tranquilidad, menor presión y eso satisface. La labor del colombiano irá -se mantendrá- en alza con menos kilogramos sobre la nuca y un receptor del balón siempre, como Nieri. El ex Boys realizó su mejor partido desde que llegó, como demostrandole a todos que esa es su posición, de segundo en la primera línea. Gran despliegue.

Y por último -mejor así para que se le tome mayor atención-, Bologna y Waldir. Me cuesta admitirlo, pero reafirmo lo dicho por ese rollizo comentarista con nombre de foco y apellido de plaza barranquina: 'Beto' Bologna ha venido a aprender a tapar al Perú. Un jugador profesional no puede cometer fallas tan groseras, elementales para un portero internacional -como ya lo es, por si no se enteró-. Desde que Moisela se paró frente al balón y el argentino no sabía en donde ubicarse, una sensación de resignación ya calaba hondo. Y así fue, autogol del ex Banfield.

¡Y Wally!, bueno, las que tuvo las fabricó medianamente bien y hace 300 -no, 200, porque ha estado escandalosamente inactivo- las metía con pana y elegancia. Luego, perdió infantilmente un par de pelotas que bien pudieron costar un contragolpe letal. Doctor Paéz, piénselo bien, a Waldir se le quiere y se le guarda agradecimiento por el Título del Centenario pero este no es un campeonato de la 'Peña de los Jueves'.

PD. Reconocerle a usted, Richard Páez, el orden, la identidad de juego y el pundonor que ha ganado, en dosis mínima pero necesaria, este equipo.

Vamos Alianza, contra Vallejo empieza el despegue en La Victoria.

1 comentario:

José dijo...

Los puntos flojos en el equipo son claros y no hace repetirlos, esperemos para el Clausura se traigan buenos refuerzos y se desechen a los que no han dado, ni darán la talla.

Páez no es mago, es un buen profesional que como tal necesita buenas herramientas.

Ojalá el público responda el Miércoles en Matute y el fin de semana a aguarles el campeonato a los que juegan de local en el estadio Gremco.